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La transparencia también se comercializa: riesgo y compliance desde el mostrador

  • Foto del escritor: Miguel Argüello O
    Miguel Argüello O
  • hace 1 día
  • 6 Min. de lectura

Resumen Ejecutivo

Una frase común —“no es original, pero está certificado”— revela un riesgo silencioso: prometer sin evidencia. Aunque parezca menor, erosiona la confianza, puede constituir publicidad engañosa y daña la reputación en un entorno donde todo se comparte. La solución es práctica: transparencia, trazabilidad y compliance también en pymes (verificar proveedores, documentar, capacitar al equipo). La credibilidad se construye así.

Carrito con cajas de "Online Shopping" y lupa sobre fondo azul. Texto: "La transparencia también se comercializa". Ambiente profesional.

Hola.


Antes que nada quiero saludarte e invitarte a leer este artículo.  Más que un artículo, es una carta de soluciones que te invito a seguir.


Te lo escribo a vos, gerente y/o empresario, a vos que estás dedicado a la atención y a quienes vigilan de cerca el cumplimiento de las empresas.

No hace mucho estuve buscando un case para mi celular, y la verdad es que me encontré con algo más que un simple accesorio: simplemente me encontré con un ejemplo cotidiano de cómo los principios de riesgo y compliance se aplican mucho antes de los grandes contratos o auditorías.


Sí, es algo cansado hablar de contratos, auditorias y toda la jerga de procesos legales, regulatorios o normativos. No te lo voy a negar, no es fácil. Pero es en el campo que nos toca jugar y son las reglas que se debemos seguir.


En ciudades como Managua, San José, Tegucigalpa o cualquier otro lugar de Latinoamérica, abundan las tiendas que venden accesorios importados, principalmente de China.  Estos accesorios vienen en una amplia gama de precios, calidades y estilos para satisfacer todos los gustos y billeteras.


Mientras exploraba algunas tiendas me topé con varios modelos que me llamaron la atención. Sin embargo, el vendedor fue muy directo: “No son originales, pero están certificados por Apple”.


Esa frase en específico me hizo sospechar. La he oído en varias ocasiones, y siempre me lleva a cuestionar si realmente están certificados o no. Solo hasta que visitas una tienda Apple y verificas qué marcas certificadas ofrecen, o simplemente buscas en google.


Toma en cuenta que realmente no se trata solo de un cover o una plática con el vendedor.  Lo que hay detrás de esa afirmación "...pero están certificados por Apple" es una práctica que mina la confianza del consumidor y, en términos técnicos, viola un principio fundamental: la transparencia en la información.


Hubiese sido súper transparente que el vendedor me haya informado de que no son originales y no están certificados, pero que tienen garantía y que son de "excelente calidad" y no han tenido ningún reclamo al respecto.


El principio de la transparencia olvidado


Quiero aclararte algunos puntos que espero te ayuden a desarrollar estrategias más pragmáticas:


Primero. La legislación de protección al consumidor en varios países de la LATAM, como Nicaragua, Costa Rica, México y Colombia, exige que toda la información sobre un bien o servicio sea veraz, completa, adecuada y comprobable.  Esto no solo es un requisito legal, sino también la base de la relación entre empresa y consumidor. Una relación que como gerente de una empresa estás llamado a proteger.


Te doy este ejemplo: Si una tienda afirma que su producto está “certificado por Apple - Samsung - LG” u otra marca sin tener la prueba, comete publicidad engañosa, aunque no sea con mala intención. Así de simple. ¿Me captas la idea?


Segundo. Ten en cuenta (me pondré algo técnico) que la reiteración de afirmaciones sin la debida verificación de su procedencia, así como la falta de comprensión del significado de términos como “certificado” u “original”, conlleva consecuencias muy parecidas: la erosión de la confianza del consumidor y la asunción de un riesgo reputacional que puede escalar rápidamente en el contexto digital actual, donde cada experiencia se comparte ampliamente.


El precio suele ser un buen indicador de si un producto es original, es certificado por la marca o no lo es.

El riesgo no está en el producto, está en la práctica.


Te recuerdo lo siguiente. Que en el ámbito del comercio y los servicios, la percepción común del riesgo se asocia frecuentemente con operaciones de gran escala, pérdidas financieras significativas o ciberataques. Sin embargo, créeme que el riesgo reputacional, ese que viene de la incongruencia entre las promesas que realizas y la entrega efectiva, reviste una importancia comparable -estratégica y de largo plazo.


Así de simple es y quiero dejarlo bien claro. Una empresa que emite promesas que carecen de respaldo tangible, aún con la mejor de las intenciones, compromete su credibilidad.  Es más, este tipo de prácticas genera un precedente cultural perjudicial.


La normalización del mensaje “todos lo hacen” conlleva la pérdida de la brújula ética en el ámbito empresarial.

En consecuencia, la gestión del riesgo trasciende la simple identificación de amenazas externas, se extiende a la prevención de conductas internas que lastiman la confianza del consumidor que tiene en tu negocio.


Claro que me puedes decir que ante un daño tu empresa se haga totalmente responsable por tema de garantía, pero permíteme decir que esto es un tema aparte para otro Solutions Letter.


Aquí es donde busco que vos y todos puedan comprender que desde la gestión empresarial moderna, el compliance (cumplimiento normativo) se alza como la herramienta, no solo fundamental, sino indispensable para corregir estas prácticas y lograr salvaguardar la integridad de tu empresa. No es un juego ni un gasto. Es una herramienta que te protegerá, aunque no al 100%, sí mucho más que no tenerla.


El riesgo no reside en el producto o servicio que se ofrece, sino en la práctica: la de comunicar sin verificación previa, vender sin la debida documentación y prometer sin evidencia.

Compliance no es solo para bancos y multinacionales


Estoy seguro que has escuchado la palabra “compliance” en más de una ocasión y hasta me atrevo a pensar que la llegas a asociar con grandes corporaciones, empresas y multinacionales. También que en esa asociación que haces no logras vincularla con pequeñas y medianas empresas. Y te quiero decir que estás equivocado. Te explicaré un poco más sobre esto.  


Compliance no se trata solo de llenar formularios gubernamentales o bancarios incluso; se trata de mantener claridad, coherencia y trazabilidad en todas las operaciones,, procesos y decisiones que tomas desde la descripción de productos hasta la atención de reclamos.


Si en tu pequeño negocio comienzas a documentar a tus proveedores, verificar la autenticidad de sus productos y capacitas a tu personal para que brinde información veraz ya está practicando compliance. No necesitas un gran departamento dedicado; necesitas una cultura de hacer las cosas bien, incluso cuando nadie lo exige. Espero me captes la idea...


La meta es clara, que llegues a crear las políticas del cómo alineas la visión, misión y ética con todo lo que haces en tu negocio. Cómo decides, quienes deciden lo que se decide, cómo actúan y quienes se obligan, a quienes les compras, etc. Es que tengas en cuenta cuántas normas, reglamentos y leyes tienes que cumplir y cuándo debes entregar o hacer algo ante las instancias de gobierno.


Esta es la esencia del compliance -cumplimiento -efectivo: convertir las buenas prácticas en hábitos en el negocio. Con el tiempo, estos hábitos se convierten en ventajas competitivas. Y si las ignoras puedes tener consecuencias graves, como sanciones de las autoridades de protección al consumidor, pérdida de clientes y daño reputacional, a veces difícil de reparar.


De la ley a la estrategia. Aquí te comparto algo importante que debes conocer


El principio de transparencia, tal como se establece en la legislación nicaragüense y otras similares, no solo protege al consumidor, sino que también brinda protección a la empresa.  Este principio - de transparencia -ofrece un marco de referencia que permite una comunicación coherente, la documentación precisa de los procesos y la mitigación de riesgos potenciales.


Desde una perspectiva estratégica la transparencia se vuelve como un pilar fundamental de la resiliencia empresarial. En un entorno donde la confianza se construye en instantes y se erosiona con un solo comentario negativo, la claridad y la veracidad trascienden la mera opción moral, convirtiéndose en una decisión empresarial mucho más acertada.


La transparencia, además, posee un efecto multiplicador:


  1. Fortalece la reputación corporativa;

  2. Optimiza la relación con los clientes; y

  3. Anticipa posibles conflictos regulatorios.


En el ámbito de la gestión de riesgos, la transparencia actúa como una capa de protección intangible, pero de extraordinaria potencia en favor de la empresa.


Lo que aprendí comprando el cover (case)


Ese día no compré el case.


Pero me fui pensando que, en realidad, la transparencia también se vende, solo que pocas empresas lo entienden como parte de su propuesta de valor. La mayoría de los negocios en América Latina han avanzado en aspectos operativos y tecnológicos, pero muchos aún carecen de una cultura de cumplimiento sólida.


No basta con vender bien; hay que comunicar con verdad, entregar con coherencia y construir confianza.

Si tu empresa —sin importar su tamaño— gestiona sus riesgos, verifica su información y documenta sus procesos, ya está practicando compliance.


Y esa es la base para competir en mercados donde la credibilidad es uno de los pilares y verdadero diferencial.


Reflexión final


El riesgo no siempre viene de afuera.

A veces nace en los pequeños actos de descuido, en las frases que repetimos sin pensar, en la falta de precisión al comunicar. En una práctica comercial que la hacemos solo por intentar “ganar la venta del día”.


Pero también desde ahí puede comenzar el cambio.


El Compliance no es una camisa de fuerza, es una brújula. Y la transparencia no es un requisito legal, es una ventaja competitiva.

📍La confianza se construye con transparencia, se sostiene con compliance y se protege gestionando riesgos.


Miguel Argüello consultor en riesgos estratégicos y compliance

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